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Hoy 14 de noviembre es el día mundial de la Diabetes. Se creó en 1991 como medio para aumentar la concienciación sobre la diabetes, ya que es una enfermedad que está aumentando a nivel global, estimándose que en 2035 se alcancen los 471 millones de casos.

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce la insulina suficiente o cuando el organismo no la utiliza de forma eficaz. La consecuencia de no tratar una diabetes es la hiperglucemia (aumento del azúcar en sangre), consecuencia que, con el tiempo daña órganos y sistemas, especialmente los nervios y vasos sanguíneos.

Hay tres tipos de diabetes:

Diabetes Mellitus tipo 1 (DMT1, insulinodependiente o diabetes juvenil) es aquella en la que no se produce (o se produce de forma insuficiente) insulina. Por lo tanto, para su tratamiento se requiere la administración diaria de insulina, vigilar las glucemias, llevar una dieta saludable y practicar ejercicio físico de forma regular.

Los síntomas principales son: excreción excesiva de orina (poliuria), sed (polidipsia), hambre (polifagia) y pérdida de peso (cuatro p).

Diabetes Mellitus de tipo 2 (DMT2), se debe principalmente a una resistencia a la insulina; el cuerpo produce insulina, pero o no es suficiente o el organismo no responde a sus efectos, por lo tanto, se acumula la glucosa en sangre. Representa el 90% de los casos, y la causa principal es el aumento de peso en forma de grasa (abdominal/visceral). Otros de los factores son: sedentarismo, mala alimentación, genética, altos niveles de ferritina sérica….

La sintomatología es similar a la DMT1, pero es menos intensa. La mayoría de los pacientes son diagnosticados cuando la enfermedad ya ha evolucionado y puede haber complicaciones. El tratamiento habitual es tomar hipoglucemiantes orales, aunque progresivamente acaben administrándose insulina.

A pesar de que aparece en edad adulta ya se han diagnosticado casos de DMT2 en niños.

Diabetes gestacional, en algunos casos puede aparecer durante el embarazo una resistencia a la insulina e hiperglucemia, es muy importante su tratamiento para que no haya consecuencias ni en la madre ni en el bebé.

Como hemos mencionado, un mal control de la diabetes puede causar problemas a nivel coronario, ateroesclerosis, problemas renales, oculares y en los nervios. La prevención es fundamental, así como un correcto diagnóstico de la enfermedad para prevenir estas complicaciones.

Un patrón dietético saludable y un mantenimiento de peso adecuado son dos estrategias para su prevención y tratamiento. Incluso en pacientes en los que se ha diagnosticado DMT2 cambiando hábitos de vida y reduciendo la obesidad visceral es reversible en un gran número de casos; siendo sobre todo necesario un tratamiento personalizado centrado en las causas de esta enfermedad.

Irene Lezcano

Dietista-Nutricionista Nº col. ARA00263