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Uno de los cambios físicos que sufrimos tanto hombres como mujeres es la caída del cabello, esto puede deberse a cambios hormonales y a la reducción del riego sanguíneo que se produce en la piel según pasan los años.

Además, hay otros factores que favorecen esta caída del cabello, como pueden ser épocas de estrés, causas genéticas y una mala alimentación. Por lo tanto, la prevención es fundamental, llevar una alimentación adecuada nos permitirá estar bien nutridos y lograr una buena estructura y correcto funcionamiento de nuestros órganos y sistemas.

¿Cómo influye la alimentación en la caída del cabello? En ciertos grupos de individuos (como los ancianos), personas que han llevado a cabo dietas muy restrictivas o personas que presentan alteraciones en la digestión, o absorción de nutrientes pueden presentar algún tipo de déficit.

Presentar un déficit en algunos tipos de vitaminas, puede provocar esta caída del cabello por lo que hay que prestar atención a ciertas vitaminas como:

• La biotina, un déficit de esta vitamina puede generar alopecia, se encuentra principalmente en los huevos e hígado.

• La vitamina B12, la malabsorción de esta vitamina puede originar anemia perniciosa la cual incrementa el riesgo de sufrir alopecia. Además, en dietas vegetarianas o veganas hay que recordar que su suplementación es obligatoria para evitar un déficit, ya que esta vitamina se encuentra en alimentos de origen animal: huevos, leche, carne y pescado.

En cuanto a deficiencia de minerales:

• El cinc es un oligoelemento indispensable en nuestro organismo. La deficiencia ocurre por diversas causas, pero en enfermedades intestinales (enfermedad de Crohn, diarrea crónica…), pancreáticas, hepáticas, etc. suele ser una de las causas por las que puede darse. Una deficiencia de cinc puede generar que el pelo se pierda además de producirse una hipopigmentación y volverse más frágil. Se encuentra en un gran número de alimentos, principalmente en carnes, leguminosas…

• La deficiencia de hierro genera alopecia difusa del cabello, el hierro “hemo” se encuentra en carnes rojas y el grupo “no hemo”, de menor biodisponibilidad, se encuentra en las leguminosas, frutos secos…

Por lo tanto, es importante mantener una alimentación en la que predomine una alta ingesta de frutas y verduras y una cantidad adecuada de proteínas. Además de evitar aquellos productos ricos en azúcares y grasas de mala calidad.

Irene Lezcano

Dietista-Nutricionista Nºcol. ARA00263